viernes, 11 de noviembre de 2016

Historias de terror sobre el número de colegiado

Hoy os traigo una entrada de opinión. Porque a este paso en 2 semanas os cuento cómo gestionar el hospital y ya deja de tener sentido el blog, no sé en qué más ayudaros. Nos vamos a centrar en el PIN, el número de colegiado, y en el angustioso proceso al que os sometéis una vez que lo tengáis.


Ya os conté en esta entrada cómo conseguir el PIN, una auténtica odisea de dinero y tiempo, y más aún ahora con el tema del IELTS de por medio. Y también os dije de la importancia de tenerlo, ya que sin él no se puede trabajar legalmente.
No solamente yo, creo que todos los que hemos trabajado en este país nos hemos visto envueltos en más de una charla en la que han repetido continuamente, “porque no querréis perder vuestro PIN…”. Si estáis aquí, esto os resulta familiar, si no, y tenéis pensado venir, os lo resultará, tenedlo claro.


¿Por qué todo el mundo teme perder su PIN? Esta respuesta es fácil, sin él no hay trabajo (al menos en este país). Y creo que en resto de países tampoco ya que te suelen pedir una carta del colegio de enfermería recomendándote (menos en España). Esa carta nunca existirá.

¿Por qué esa insistencia en la posibilidad de perder la colegiación? Aquí es donde no lo tengo tan claro. Me explico. En España tenemos también la obligación de colegiarnos (al menos en Madrid, no conozco cómo funciona en toda España) pero nunca, y repito, NUNCA, he vivido lo de aquí, esa presión constante de que algo voy a hacer mal y voy a perder mi número de colegiado. Training al que vas, training en el que te lo repiten: “no haréis esto si no queréis perder vuestro PIN” ,“vuestro PIN está en juego” y un largo etc. ¿Que estás en el trabajo? Lo mismo, “es tu PIN el que está en juego”.
Entiendo que es la única opción de trabajar de enfermero aquí, vale. Entiendo que quieran que las cosas se hagan bien, obviamente. ¿Y? Me refiero, ¿es necesario que todo lo que haga sea bajo el yugo de que me penalicen? No creo que la mejor manera de tener a un empleado relajado en su trabajo sea esa, y menos en temas de sanidad.
Bien es cierto que durante estos años he visto a gente hacer cosas “dudosas”, y el hecho de tener que depender de algo para poder ejercer la enfermería hace que estés más atento de todo lo que haces. Pero creo que existe un límite entre eso y la persecución.
Conozco varios casos en los que supervisoras han amenazado a los trabajadores con denunciarles al colegio de enfermería para que las cosas se hacen como ellas quieren. Y me parece excesivo. Yo, he de reconocer, he tenido suerte en ese aspecto y no me he visto envuelto en nada de eso. Pero solo tienes que pasearte por los grupos de Facebook sobre enfermeros en Reino Unido para darte cuenta que de vez en cuando alguien se queja de algo parecido.
La cultura sanitaria británica se parece más a la estadounidense que a la española. Hay mucho miedo a las quejas y reclamaciones, a las denuncias por cualquier cosa. Se ejerce, muchas veces, una sanidad defensiva. Y lo único que consigues es que todos los trabajadores estén en estado de alerta y tensión continua.
Con esto no quiero decir que TODO sea así. Simplemente, que es muchísimo más habitual que en España y, además, lo dan por hecho.

La última que me ocurrió que me quedé a cuadros fue durante la semana de inducción del nuevo hospital. Estábamos hablando de movilizaciones (sí, nos dan un training de movilización del paciente) y me suelta el que está al lado: "cuando vayas a hacer esto, si es una mujer asegúrate de ir con otra mujer, ya sabes, hay que cuidar el PIN y te puedes meter en un lío". Os juro que mi cara fue de absoluta sorpresa e indignación. No podía, ni puedo, comprender esa situación. Hago mi trabajo de forma profesional y punto. Pero parece ser que ya cuentan con la posible denuncia del paciente si dice que "le has tocado demasiado" o "donde no debías".

Yo, por el momento, seguiré trabajando como he hecho hasta ahora que parece que no me ha dado ningún problema. Esto es preocupándome de las cosas de las que me debo preocupar y punto. Y dejando de un lado el miedo a que me dejen sin PIN.
Y si en algún momento os encontráis con ese acoso, hacia vuestra persona y vuestro PIN, por parte de otra persona, hacédselo saber a vuestra ward manager. Y si es la propia ward manager (que sí, puede ser), podéis llevarlo a esferas más altas (un día os hablé del escalate, ¿os acordáis?) o, directamente, iros a otro sitio donde os traten mejor, que será por falta de trabajo y hospitales en UK.
Pero, sobre todo, no trabajéis con miedo. Estad siempre seguros de lo que hacéis, obviamente. Pero sin miedo. Así se trabaja mejor.

No me enrrollo más. Nos vemos el viernes que viene :)
¡Buena semana!

P.D: No, todavía no sé como gestionar un hospital. Pero dadme tiempo...

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